Los recientes errores de Rishi Sunak, desde un discurso empapado por la afluencia hasta perderse la conmemoración del Día D ayer, resaltan su indeterminado logística de relaciones públicas y plantean serias preocupaciones sobre su liderazgo y preparación para la campaña.
Los recientes errores de Rishi Sunak, que culminaron en la hecatombe de la conmemoración del Día D del jueves, subrayan una cuestión evidente: la logística de relaciones públicas del Primer Ministro sigue siendo lamentablemente inadecuada.
A pesar de sus afirmaciones de una planificación meticulosa, las acciones de Sunak revelan un patrón de errores no forzados y oportunidades perdidas que sugieren que todavía no domina el arte de la comunicación política efectiva.
El inicio de la campaña del Partido Conservador fue una serie de errores de relaciones públicas que eclipsaron el mensaje que pretendían. El discurso empapado por la lluvia de Sunak, pronunciado al aire libre sin la contingencia adecuada para el notorio clima de Londresera una metáfora visual de un líder que no estaba preparado para desafíos imprevistos.
Esta imagen, que recuerda a la toma de posesión de François Hollande bajo la afluencia, amenaza con convertirse en un momento central para Sunak, simbolizando su vulnerabilidad y yerro de previsión.
La restricción de un periodista de Sky News de un evento noctívago agravó aún más los errores del día. El presentador fue expulsado por la fuerza por personal de seguridad en directo, creando una “óptica subóptima” y alimentando las críticas al enfoque del Partido Conservador en las relaciones con los medios. Estos incidentes ilustran un impulso de campaña enmarañado y pintan la imagen de un partido mal preparado para la batalla electoral que se avecina.
A estos errores internos se sumó la notoria partida de Sunak del principal evento diplomático del Día D en Omaha Beach. Mientras líderes mundiales como Joe Biden y Emmanuel Macron asistieron y compartieron momentos conmovedores, Sunak decidió regresar al Reino Unido para una entrevista de campaña electoral.
Esta audacia no sólo fue una yerro de respeto a la importancia de la conmemoración del Día D, sino que además puso de relieve un circunspecto error de causa. La imagen del Secretario de Asuntos Exteriores, Lord Cameron, adjunto a los líderes mundiales en división de Sunak probablemente perseguirá al Primer Ministro, simbolizando una oportunidad perdida de proyectar su capacidad de jefe de Estado en un ambiente internacional. La imagen de Cameron con el dirigente de Estado se convertirá en otra imagen definitoria.
La partida de Sunak no fue un descuido beocio. La audacia de su equipo de priorizar una entrevista de campaña sobre una conmemoración internacional significativa refleja un error fundamental de causa de las prioridades políticas. Esta metedura de pata, descrita como “negligencia política” por observadores experimentados, subraya la yerro de visión estratégica en el interior del círculo íntimo de Sunak.
La audacia de saltarse la ceremonia del Día D ha sido ampliamente condenada como vergonzosa e irrespetuosa, ya que erosiona la confianza pública y la credibilidad política.
Los críticos en el interior y fuera del Partido Conservador se apresuraron a sacar provecho de los errores de Sunak. Los líderes sindicales, incluido Sir Keir Starmer, aprovecharon la oportunidad para resaltar el “terrible causa” de Sunak y cuestionar su carácter.
La reacción fue rápida y severa, lo que llevó a Sunak a emitir una inusual disculpa pública. Sin bloqueo, este intento de controlar los daños puede ser demasiado pequeño y demasiado tardío, ya que el incidente ya ha causado un daño significativo a su campaña.
El 80.º aniversario del Día D ha sido un momento profundo para honrar a los valientes hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para proteger nuestros títulos, nuestra exención y nuestra democracia.
Este aniversario debería estar dedicado a aquellos que hicieron el mayor sacrificio por nuestro país. Lo postrer…
—Rishi Sunak (@RishiSunak) 7 de junio de 2024
Los problemas de relaciones públicas de Sunak no son incidentes aislados sino parte de un patrón preocupante. Los pasos en simulado anteriores, como sus desafortunadas fotografías con fanáticos del fútbol galés y su impulso en Irlanda del Finalidad en el museo del Titanic (hablando de una sensación de hundimiento), ilustran aún más su lucha constante con las relaciones públicas efectivas.
El objeto acumulativo de estos errores sugiere un problema más profundo en el interior de la logística de campaña de Sunak, uno que podría resultar costoso a medida que se acercan las elecciones generales.
Sunak debe topar urgentemente estas deficiencias estratégicas y demostrar un manejo más hábil de las comunicaciones si quiere tener alguna posibilidad de evitar una aniquilación electoral.
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