El Parlamento Europeo ha aprobado una ley que implica la implementación de reglas más estrictas para los proveedores de servicios de intercambio de criptoactivos (CASP). Estas nuevas reglas mejoran la demostración de identidad y requieren que las empresas detecten actividades sospechosas para combatir el lavado de pasta.
Los intercambios de oculto y los servicios de juegos de azar que operan de guisa centralizada se ven afectados por esta ley. La ley tiene como objetivo condicionar las operaciones de actividades ilícitas relacionadas con este sector. Estas reglas incluso se aplican a todos los CASP, los sujetos regulatorios bajo el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA).
La ley aborda las amenazas a la privacidad relacionadas con las transacciones de criptomonedas al prohibir las herramientas de anonimato, los servicios de mezcla de criptomonedas y las monedas de privacidad. Estas medidas son parte de una logística integral para la vigilancia de las transacciones criptográficas mediante el seguimiento y control de los delitos financieros entre ellas.
Las empresas de criptomonedas ahora tendrán que seguir el proceso de debida diligencia del cliente y los procedimientos de Conozca a su cliente (KYC) de guisa más estricta, en división de menos cautelosa. Esto implicará validar las identidades de sus usuarios y perdurar registros detallados de las transacciones, especialmente cuando las transacciones superen los 1.000 euros.
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